Paúl Garza
Rodríguez
Había
seguido muy de cerca las competencias del nervioso ucraniano como lo es Vasilly
Ivanchuk, porque de repente salía victorioso en importantes torneos
internacionales, superando a favoritos como Karpov y Kasparov en la década de
los ochentas y noventas, pero le había perdido la pista debido a sus altibajos,
sin embargo, los amantes del juego ciencia acabaron por hacerle una fervorosa
reverencia al proclamarse campeón mundial de las partidas rápidas, despojando
del título a Magnus Carlsen.
La contundente
victoria de Ivanchuk contra Carlsen, me da la razón al argumento que he sostenido reiteradamente con
mi hijo Paúl Alejandro y con mi amigo, Luis Enriquez, (campeón de ajedrez de
Monclova), al señalar que el vikingo noruego no convenció, no demostró ser el
verdadero campeón mundial de ajedrez al empatar el match con el ruso Sergey
Karjakin.
Hubo
necesidad de irse a las partidas rápidas donde el control en la presión del
tiempo es vital, y en las cuales, el propio Karjakin lo reconoce, no tiene la
experiencia de un Carlsen en este tipo de duelos. Obviamente el resultado
era de esperarse. Carlsen retuvo el laurel de campeón, pero Sergey aun
perdiendo, ganó.
Y para
rematar, el escandinavo no solamente le fue arrebatado la corona del mundial de
las partidas rápidas, sino que sumó dos dolorosas derrotas, que lo dejaron
colgado muy apenas de un tercer lugar para su consuelo, superado por el ruso
Grischuk.
Pero sin
distraernos del personaje que nos ocupa en la presente colaboración, el genial
ucraniano, no ruso, aclarando, Vaselly
Ivanchuk, la noticia de que un veterano próximo a cumplir los 50 años de edad
(actualmente tiene 48), quien llegó a ser el segundo mejor ELO de la FIDE y fue
considerado como un viable retador de Karpov y Kasparov, ha impactado a los
científicos de la salud humana.
Un cerebro de
48 años que opera con tanta velocidad cual potente computadora para plantear combinaciones
a profundidad desde el inicio de la apertura como el medio juego, merecería para
los neurocientíficos más especializados en la materia para confirmar una
hipótesis: el cerebro no envejece con el físico, antes bien lo fortalece.
De esto también
da testimonio el originario de la India, Vishy Anand, campeón mundial en el
2000 y en 2007, quien también a los 48 años se mantiene activo y sigue buscando
de nuevo ser el retador del título mundial.
En ese sentido,
sin conocer mucho del campo de la ciencia médica, ni de la neurología o del
cerebro, solamente puedo concluir, después de lecturas recogidas de estudios
realizados por las aportaciones que deja el aprender y practicar el ajedrez en
todas las personas, sin distinción de edad ni sexo, lo siguiente: la práctica del milenario juego es la gimnasia
del cerebro como lo es ejercicio para el cuerpo para potencializarlos hasta
lograr este tipo de sorprendentes resultados.
0 comentarios :
Publicar un comentario