Paúl Garza
Rodríguez
Este lunes se
juega la última y doceava partida por el campeonato mundial de ajedrez entre el
actual Magnus Carlsen y el duro retador Sergey Karjakin.
Será una
partida a morir en donde ambos contendientes sacarán todo lo mejor para dominar
desde la apertura misma el desarrollo del juego, porque aunque sea una mínima
ventaja, más que suficiente para adjudicarse la victoria y el título desde
luego.
Para
Karjakin esta es su última oportunidad para demostrar que va por la corona.
Deberá no solamente consolidar ese muro impenetrable que al principio levantó
ante la andanada de ataques lanzados por un agresivo Magnus quien no pudo
romperla, sino hasta la décima partida.
Ambos ya
conocen la victoria y la derrota, pero en este doceavo encuentro no habrá
mañana para nadie, o se gana o se pierde, sin embargo, si llegan a empatar,
cambiarán las reglas de juego porque se irán a las partidas rápidas.
Un empate no
favorecerá para nada al ruso Sergey, nativo de Ucrania, pero nacionalizado en
Rusia, ya que sabe que el campeón mundial de partidas rápidas es el propio
Carlsen, y así las las posibilidades de ganar para Karjakin son pocas.
Karjakin es
más metódico, más a la defensiva, pero también dado a batirse en el campo de
batalla cuando detecta debilidad en el rival, porque está consciente de que no
le pide nada al campeón y considera que esta es la útlima oportunidad de conquistar
el ansiado título mundial.
De esta
manera se puede decir con toda seguridad que hoy lunes los amantes del
juego-ciencia estaremos presenciando cual espectadores a dos gladiadores que
exprimirán todo el conocimiento teórico y práctico para crear la combinación
que debilite la defensa y remate con un contrataque contundente.
Ambos ya
demostraron que tienen una enorme capacidad e incluso más poderosa que
cualquiera de la más potente de las máquinas para crear las variantes y las cálculos
más profundos y buscar en una estrategia esa luz al final del túnel que les
conduzca a la victoria anhelada.
Con esto
quiero concluir que en esta partida veremos a un feroz y agresivo Karjakin que
tratará de noquear a su rival Carlsen y alzarse con los laureles de la gloria,
porque un empate se traduciría tanto como un suicidio puesto que en partidas
rápidas para el desempate, sabe que el campeón Magnus las lleva de ganar.
No estoy a
favor ni en contra de ninguno de los contendientes, solamente apuesto porque
ambos contribuyan con sus análisis a compartirnos nuevas líneas que enriquezcan
la calidad del ajedrez que en estos años ha mejorado muchísimo gracias a ello.
A disfrutar
de la doceava y última partida del match que a propósito ha captado la atención
de miles y miles de practicantes por las implicaciones que ha generado detrás
de los intereses políticos, económicos y culturales por poseer el máximo galardón del
campeonato mundial y el poder que lo proyecta.
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