ALIANZA PRI-PAN PARA EL 2018
Es claro que para la vieja clase
priista Enrique Ochoa no era el dirigente que el PRI necesitaba para retomar el
rumbo y conservar la Presidencia y por eso la molestia. A estas alturas, por lo
tanto, la pregunta más Práctica no es si él es la mejor opción para el CEN del
PRI, sino si realmente le preocupa tanto
a Enrique Peña Nieto y a la los dueños del dinero, el permanecer en Palacio
Nacional. Al parecer la respuesta es que NO. ¿Por qué? Porque Peña Nieto y los
dueños del dinero entienden que ya sea el PAN o el PRI los que ocupen los
Pinos, sus intereses económicos y reformas estructurales estarán
salvaguardadas.
No por nada los del de la élite financiera
han permanecido guiando los destinos de la nación de forma transexenal y
quienes mandan en el Banco de México o en la Secretaría de Hacienda o en
Economía, etc, siguen incrustados en los altos espacios gubernamentales desde
donde indican el camino que debe seguir este país.
Hoy, la pregunta es qué esperaría
electoralmente el PRI para el 2018. Curiosamente, la respuesta no es muy
distinta a la apuesta que hizo el PRI en Veracruz; buscar una elección de
tercios, en donde su “Voto duro” pueda “pellizcarle” unos cuantos puntos
porcentuales más y hacer la chica. Si hoy fueran las elecciones el PRI no
pasaría del treinta por ciento en la intención del voto y estaría entregando
Palacio Nacional a MORENA; que sería, por cierto, su peor escenario.
PAN y PRI a nivel nacional han ido
de la mano en cuanto a las reformas estructurales. El PAN fue quien inventó las
Asociaciones Público-Privadas en México y metió le dio un alto impulso a los
PIDIREGAS (proyectos de impacto diferido en el registro del gasto), y el PRI,
hizo Ley la relación Gobierno-Empresa.
Eso es lo que no están dispuestos
a perder. El PRI podría perder la figura presidencial, pero los dueños del
dinero no están dispuestos a perder el control del país. No debemos perder de
vista que la Reforma Política Electoral del 2013, prevé la figura de un
“Gobierno de Coalición”. La cual es una opción para el Presidente de la
República en caso de decidir cogobernar con otras fuerzas políticas. Sin
gobierno de coalición, el Senado ratificaría al canciller (una especie de Jefe
de Gabinete o Primer Ministro) y la Cámara de Diputados ratificaría al
Secretario de Hacienda.
Así que, gane quien gane (ya sea
PRI o MORENA), el próximo Presidente sería un ente hasta cierto punto
simbólico, pues el verdadero poder lo ejercería la nueva figura jurídica
llamada “Jefe de Gabinete”. El nuevo Presidente incluso, debería pasar por el
Congreso la Ratificación de los principales Secretarios y la repartición de las
Secretarías disponibles será un ejercicio de negociación entre el PRI y el PAN.
Todo esto es factible siempre y
cuando el PRI-AN mantenga la negociación. El panorama de bonanza que le pinta
Morena para el 2018 ha encendido los focos rojos y no les deja al PRIAN más que
ajustarse a la Real Política. ¿Le suena descabellado un gobierno de coalición PRI-PAN?
¿Por qué? Sería lo más natural del mundo.
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