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DEFENSA FISCAL / LA SALUD Y LOS BENEFICIOS FISCALES / Paúl Alejandro Garza Dovalina


Desde 2014, con la manifestación del Impuesto Especial sobre Productos y Servicios (IEPS) sobre alimentos de alto contenido calórico con el 8% de tasa, incluye botanas, productos de confitería, chocolates, flanes, pudines, helados, nieves,  entre otros, y más las bebidas con azucares añadidos con la cuota de impuesto de un peso por litro, agregado a ello la tasa del 25% a bebidas energizantes, repercutió en un incremento en el precio a venta al público y a los comerciantes de  toda la comida chatarra.
Cabe recalcar que dicho impuesto ya estaba aplicándose  en bebidas alcohólicas  dependiendo los grados de alcohol y los cigarros con una tasa del 160%; ahora con esto, se les cierra el círculo, para que  al contribuyente le cueste más este tipo de productos que ocasionan obesidad, sobrepeso y enfermedades,
Sin embargo el gusto o la adicción del consumidor a este tipo de mercancía nociva para su salud, a pesar de estos aumentos, no disminuyó y por ende su adquisición, los que nos coloca en un nada honroso segundo lugar a nivel mundial en obesidad, seguidos muy de cerca en sobrepeso y en obesidad infantil.
Como resultado de lo anterior,  el gobierno federal a través de las Secretarías de Salud, IMSS e ISSSTE, erogan cantidades exorbitantes en tratamientos para combatir la obesidad y problemas derivados del excesivo consumo de alimentos con grasa, harina, azúcar y sal.
Ahora, en un esfuerzo o estrategia más para combatir estos hábitos perniciosos a la salud de todos los mexicanos, ha implementado modificaciones para recompensar al contribuyente si modifica su estilo de vida por uno más saludable.
Con anterioridad el Fisco había dispuesto que las facturas emitidas por un médico profesional eran deducibles de impuestos, incluyendo la compra de medicinas, pero ahora lo serán también las facturas expedidas por los Nutriólogos cuya función es la de prevenir enfermedades derivadas de la obesidad y el sobrepeso.
Ante este anuncio se espera una reacción o una respuesta favorable de parte del contribuyente, sea asalariado o independiente, para que lo invertido en un paquete o tratamiento por parte de un especialista en nutrición, le sea regresado por el mismo patrón o a través de saldos a favor por el SAT.
La finalidad de esta medida hacendaria es ayudar a combatir el sedentarismo, la falta de ejercicio, los malos hábitos alimenticios y en especial la comida chatarra que consumen incluso durante sus jornadas laborales para mitigar el hambre.
La medida es buena, ahora depende mucho de la voluntad de los contribuyentes o derechohabientes.
Vamos a esperar con el tiempo que la aprobación de estos beneficios fiscales genere una demanda en la consulta de los nutriólogos y que ahora sí los pacientes encuentren un estímulo más para mejorar su alimentación sana acompañado de una actividad física que los aleje de las enfermedades y no representen una carga de por sí saturada para los hospitales.
Amigo contribuyente, ¿Amigo o amiga Nutriólogo ya estás dado de alta ante el SAT?, ¿Actualmente expides facturas?. ¿Amigo contribuyente con problemas de obesidad, necesitas más información sobre el tema? Llámame al 8781090775, o al correo contabilidad@dagamx.com.


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