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ENROQUE ANALITICO / BONOS DENIGRANTES / Samuel Cepeda Tovar



Es época decembrina, navideña, tiempo de convivencia y festejos, y también tiempos de prestaciones laborales como el aguinaldo, aunque ciertamente no para muchos, pues la mayoría de los mexicanos (60%) laboran en la economía informal y por ende no reciben ningún tipo de prestación, así mismo, la otra proporción que si trabajamos, recibimos la parte que por derecho nos corresponde.
Sin embargo, las condiciones de vida de la mayoría de los mexicanos son de pauperismo, falta de oportunidades y desigualdad, y con la promesa de un aumento del salario mínimo en  siete pesos, pero asechados por una inflación de aproximadamente el 4%, el panorama no pinta nada bien para el grueso de los mexicanos.
 No obstante, como buen ejemplo de país desigual, existen mexicanos que simplemente están ajenos a las duras condiciones que traen consigo las lamentables vicisitudes de la economía mexicana.
Para empezar, nuestros legisladores en este mes se llevaran a sus bolsas la cantidad de $438,375 pesos, que incluye un bono especial de diciembre por $150,000 pesos. El desglose realmente es absurdo, pues además de su sueldo por $73,817 pesos, recibirán un extra de $45,786 por “asistencia legislativa”, más otros $28,772 por “atención ciudadana”, más $140,000 de aguinaldo, más su bono especial de $150,000.
Si resulta ofensivo en sí mismo el sueldo que reciben sólo por el concepto de dieta mensual, peor de absurdo y lacerante resulta ser el pago por “atención ciudadana”, pues se supone es parte de su trabajo. Desde luego que el desempeño laboral de muchos de los 500 representantes es inversamente proporcional al monto que se llevarán.
  Pero ellos no son los únicos, los consejeros del INE, recibirán cada uno de ellos la cantidad de $472,000 pesos, incluyendo bonos tan absurdos como el denominado “reyes magos”. De igual manera, los ministros de la Suprema Corte de Justicia se llevarán de aguinaldo $586,449 pesos. El titular del INEGI, recibirá un aguinaldo de $47,415 pesos, más una gratificación al final de este año de $371,502 pesos, es decir, un total de $418,917 pesos. Ximena Puente, presidenta del INAI, recibirá de aguinaldo $48,420 pesos, mientras que por gratificación de fin de año obtendrá $350,854 pesos, una suma total de $399,274 pesos.
Y todo esto, mientras que 6.7 millones de mexicanos sobreviven al día con el salario mínimo  y no pueden completar los productos de la canasta básica, que asciende a un costo de mil 743 pesos con 91 centavos según cifras del CONEVAL. Más 11 millones de mexicanos que viven en pobreza extrema.
Desde luego que estos números generan rabia, sobre todo cuando es difícil de entender el concepto de “gratificaciones” puesto que durante todo el año estos funcionarios están muy bien pagados. Para nadie que viva en este país es noticia el saber que vivimos en una  nación de serias y asimétricas desigualdades, pero estas afloran con más intensidad en fechas como las actuales, en donde simplemente podemos observar la fehaciente existencia de ciudadanos de primera, de segunda y de tercera que habitan en nuestra sociedad.
Parte de nuestro problema es la mala distribución de la riqueza, que sin duda queda evidenciada cada fin de año generando indignación, pero sin trascender del enfado que rápidamente será sustituido por la sección de noticias de las redes sociales y los XV de Rubí.



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