Muy merecida la exhibición de ratero al –ahora- ex director del periódico (que dice lo que otros callan) La Prensa. Suceso mundial que escandaliza a la sociedad internacional y con justa razón.
Sin embargo, este caso exhibe –hasta el momento- de cómo la Justicia en México no es pareja. Mientras que las cárceles están llenas de quien robó un bolillo. Otros, sólo están presos en las primeras planas y apandos editoriales.
¿Cuántos políticos no han robado algo más que una camiseta al pueblo de México? Su sentencia, vivir encarcelados en una jaula de oro en el Poder Legislativo, en algún cargo de elección popular o muchos de ellos huyen a esconderse a los partidos políticos.
Ejemplos, hay muchos de cómo la política se ha vuelto fábricas de nuevos ricos. Caso también reciente y escandaloso es el de Alejandra Barrales, líder nacional del PRD, quien fue exhibida por fuego amigo de ser una de esas nuevas ricas.
Sólo que aquí, en el partido negro-amarillo no hubo robo de camiseta, sino todo lo contrario, los jugadores, muchos jugadores están aventando la camiseta del PRD por mugrosa y cochina.
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