El inesperado triunfo electoral de Donald Trump sacudió al mundo con un espanto generalizado; los diarios nacionales e internacionales utilizaron los siguientes adjetivos: incertidumbre, temblor, guerra, terremoto, sacudida, tsunami, pesadilla… Cae el peso, se desploman los mercados, advertían otros.
Dice el refrán: “Cuando veas las barbas de tu vecino caer, pon las tuyas a remojar”. Esto viene a cuento porque en los peores días de campaña del diabólico millonario –enemigo de Carlos Slim-, no sólo fue víctima del escarnio y la injuria. Hubo mano negra y en las redes sociales luego, luego se comparó a Trump con Andrés Manuel López Obrador: ambos están locos, son populistas y sueñan ser presidentes de su país. El loco americano ya lo logró.
Luego entonces, lo que ocurrió en la elección presidencial de los Estados Unidos, es un mensaje de lo que podría ocurrir en México en la elección presidencial de 2018. Podríamos tener ahora sí, a nuestro propio loco cuyo capital político es el enojo del pueblo en contra de un sistema que no ha sabido ser justo en la repartición de la riqueza, en la educación, en el sector salud…
Durante el tiempo que anduvo en campaña el entonces candidato republicano Donald Trump, fue el mismo tiempo en que gratuitamente se le hizo publicidad al “Peje” a quien hicieron viral en diversos videos y fotos a través de las redes sociales al compararlo con Trump. Hoy, AMLO está más vivo que nunca gracias a sus enemigos políticos y a las burlas que lo convierten en un serio candidato.
Por otra parte hay quienes hoy en México le dan la razón a Luis Videgaray, de que fue un acierto invitar a Los Pinos a Donal Trump, quien –con su personalidad de brabucón- vino y pisó suelo mexicano sólo para refrendar su postura de construir un muro y advertir que los mexicanos lo vamos a pagar. Fue un error diplomático y político del gobierno de Peña Nieto y no hay porque convertirlo en acierto, cuando lo peor está por venir, como lo adjetivaron los diarios nacionales e internacionales.
En fin, si algo le faltaba a Peña Nieto para que la calificación de su gobierno siga a la baja, es que ganara Donald Trump la presidencia de los Estados Unidos. Ya la ganó. Viene lo peor. Pero antes, el 1 de diciembre el gobernador electo de Veracruz, Miguel Ángel Yunes, anunció que hará revelaciones –en contra del priísta, corrupto y prófugo de la justicia, Javier Duarte-; ofreció que hará cimbrar a Veracruz y al país. Como dijo el ciego: “ya veremos”.
Luego entonces, lo que ocurrió en la elección presidencial de los Estados Unidos, es un mensaje de lo que podría ocurrir en México en la elección presidencial de 2018. Podríamos tener ahora sí, a nuestro propio loco cuyo capital político es el enojo del pueblo en contra de un sistema que no ha sabido ser justo en la repartición de la riqueza, en la educación, en el sector salud…
Durante el tiempo que anduvo en campaña el entonces candidato republicano Donald Trump, fue el mismo tiempo en que gratuitamente se le hizo publicidad al “Peje” a quien hicieron viral en diversos videos y fotos a través de las redes sociales al compararlo con Trump. Hoy, AMLO está más vivo que nunca gracias a sus enemigos políticos y a las burlas que lo convierten en un serio candidato.
Por otra parte hay quienes hoy en México le dan la razón a Luis Videgaray, de que fue un acierto invitar a Los Pinos a Donal Trump, quien –con su personalidad de brabucón- vino y pisó suelo mexicano sólo para refrendar su postura de construir un muro y advertir que los mexicanos lo vamos a pagar. Fue un error diplomático y político del gobierno de Peña Nieto y no hay porque convertirlo en acierto, cuando lo peor está por venir, como lo adjetivaron los diarios nacionales e internacionales.
En fin, si algo le faltaba a Peña Nieto para que la calificación de su gobierno siga a la baja, es que ganara Donald Trump la presidencia de los Estados Unidos. Ya la ganó. Viene lo peor. Pero antes, el 1 de diciembre el gobernador electo de Veracruz, Miguel Ángel Yunes, anunció que hará revelaciones –en contra del priísta, corrupto y prófugo de la justicia, Javier Duarte-; ofreció que hará cimbrar a Veracruz y al país. Como dijo el ciego: “ya veremos”.
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