Imagínese
usted que una patrulla de policía de cualquier orden capta en flagrancia a unos
ladrones ingresando de manera forzosa a una casa habitación, pero que de manera
intempestiva, se pasan de largo, pues a pesar de haber visto el acto en
flagrancia, mientras nadie les reporte el robo, ellos no pueden hacer
absolutamente nada. Así de burda resulta
ser la respuesta de las autoridades federales ante los maestros faltistas de
Michoacán y Oaxaca que se la pasaron realizando manifestaciones agresivas e
insultando y atacando físicamente a aquellos docentes que sí se sometieron a
las primeras evaluaciones educativas derivadas de las reformas en materia de
educación, pue según las autoridades, que ahora controlan la nómina
magisterial, mientras los supervisores o autoridades estatales no reporten las
faltas, los docentes recibirán sus quincenas de manera íntegra aplastando con
ello la reforma o reformita en materia educativa.
Me
pregunto entonces de qué sirvió que la Suprema Corte de Justica haya declarado
ya constitucional la Reforma Educativa, es más, la misma corte ha sido
categórica al afirmar que son igualmente constitucionales los artículos de la
reforma educativa que prevén el despido de los maestros que falten tres días
continuos o más en un mismo mes, sin causa justificada. Igualmente me pregunto
de qué sirvió haber apoyado la iniciativa de Mexicanos Primero para firmar la
petición de volver a echar andar la reforma cuando previo a la elección federal
fue suspendida indefinidamente. Y es que de nada sirve que tengamos
evaluaciones si de entrada, no se cumplen artículos tan simples y contundentes
como el relativo a la asistencia de la Ley General del Servicio Profesional
Docente. Lo cual simplemente significa que mucho menos se actuará contra
aquellos docentes que reprueben los exámenes, aunque parte de la reformita,
señala que los maestros diletantes que no puedan aprobar los exámenes de manera
consecutiva, serán retirados de las aulas, pero no despedidos, sino reasignados
a tareas administrativas. Y entonces, ¿Cuál es el verdadero castigo a acciones
punitivas contra los maestros faltistas y diletantes o maestros “no idóneos”?
Me
parece que la reforma hizo demasiado ruido y generó demasiadas tensiones para
terminar siendo una reformita timorata y de corto alcance, vacua e ineficiente
a la hora de cumplir su supuesto cometido: mejorar la calidad de la educación
en un país de reprobados según datos de organismos internacionales y cifras
propias de autoridades en la materia. Clásico en nuestro país: todo cambia para
seguir igual, grandes leyes y preceptos en papeles que no trascienden la tinta
con la que están escritas.
Al
menos para esta reforma, la simulación fue nuevamente la regla y de fondo, de
manera ignominiosa, nuestro sistema educativo se sigue cayendo a pedazos
condenados al subdesarrollo económico, político, cultural y social.
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