Podría ser a finales de año cuando Estados Unidos empiece a pagar a México por los daños ocasionados al sector pesquero, tras el embargo atunero de más dos décadas.
A pesar de que la Organización Mundial de Comercio falló a favor de México, no se ha fijado el monto compensatorio que tendrá que pagar la Unión Americana.
La Secretaría de Economía exige un monto por 500 millones de pesos anuales.
“México va a cobrarle a Estados Unidos impuestos compensatorios, no cambia nada de las reglas de etiquetado, con estos impuestos debemos lograr que los políticos americanos cambien sus reglas de etiquetado y mientras no cambien las reglas se cobrará este impuesto”, Antonio Guerra Autrey, Director General de Grupo Mar (Tuny).
La industria pesquera nacional asegura que más que un embargo se trata de una discriminación comercial, pues nuestro país tiene altos estándares de pesca.
“Lo que demuestra ante el mundo que México tiene las mejores formas de pescar, tenemos observadores a bordo, cumplimos con todas las reglas, cuidamos el ecosistema y eso ya lo ganamos en una Corte y se comprobó que lo que ellos llaman Dolphin Save, no lo es y no cuidan a otros recursos como el tiburón o el delfín tan bien como lo hace México”.
El primer embargo atunero empezó en 1980 y se levantó en 1986, el segundo embargo fue en 1990 y se le puso fin en el año 2000 y el problema del etiquetado con Estados Unidos data de 1990.
El 97 % de la producción de atún aleta amarilla es para consumo interno.
Tan sólo Grupo Mar exportó durante 2015, 14 millones de dólares a Estados Unidos y 8 millones de dólares a Europa.
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