Quito:-El mensaje de unidad y armonía lanzado por el Papa, no solo a Ecuador sino también a toda Latinoamérica, encontró acogida e inspiró a cientos de miles que participaron con él en una fiesta popular y de color en Quito.
Más de un millón de personas llenó el Parque Bicentenario de la capital ecuatoriana, la mañana de este martes para asistir a la misa multitudinaria con Francisco, pero también otras decenas de miles se lanzaron a las calles para verlo pasar a bordo del papamóvil.
Entre la multitud, en el corazón del parque, destacó un grupo de banderas argentinas. Era un contingente de connacionales de Jorge Mario Bergoglio que viven en Ecuador y asistieron gracias a la embajada de su país.
“Algunos pocos vienen de Argentina, la mayoría es parte de la comunidad de argentinos en Quito, estamos con la embajada y con muchas ganas de ver a Francisco”, dijo a Notimex Diego Ruíz, quien vive en Quito desde hace dos años y estaba en la misa con su mujer y su hijo.
“Verlo a él significa muchas cosas, estamos felices de poder tenerlo cerca, creo que más allá de ser argentino es un Papa distinto y tenemos la suerte de verlo acá porque en Argentina lo veíamos poco cuando era Jorge Bergoglio, estamos felices de estar acá”, señaló.
Ruíz destacó que la visita del obispo de Roma llegó en un momento convulsionado para Ecuador, en el cual la política está influyendo negativamente sobre la tranquilidad social, y aseguró que todos esperan que él, “con su mensaje tan claro” lleve paz y armonía.
En otro punto de la plancha asfáltica, frente al escenario donde se erigió el altar de la misa papal, Mónica Favara se mostró emocionada no obstante llevaba, desde la madrugada, varias horas de vigilia acompañada por su hija.
Proveniente de Quito, llevaba una bandera de su país que no dejaba de agitar. “Para nosotros estar aquí significa una bendición de Dios, porque él trasciende fronteras. Aquí no existen nacionalidades, todos somos hermanos y el mensaje más profundo del Papa se va a centrar en la unidad de la familia”, señaló.
Recordó que el ecuatoriano es un pueblo de mayoría católica, muy creyente y muy devoto de la Virgen, y con mucho orgullo por recibir al Papa.
A unos pasos estaba Isabel Dávila, alcalde de la localidad de Guaranda -en la provincia de Bolivar- quien aseguró que asistió a la celebración eucarística para escuchar el mensaje de un “ministro del señor latinoamericano”.
Con ella estaba Hugo Silva, quien calificó la llegada del Papa como una “fecha de trascendental importancia” para el país porque hace 30 años que un pontífice no estaba aquí.
“Esto sirve para que el pueblo entero busque la unidad. Estos hechos se dan de acuerdo al momento histórico que nos ha podido vivir. Fue un momento histórico hace 30 años y ahora se vuelve a repetir otro hecho histórico para el mundo”, dijo.
“Que esto sirva de ejemplo para todos los habitantes de todos los continentes. Bienvenido el santo padre. Estamos muy agradecidos, contentos y ojalá aceptemos y pongamos en práctica todos los mensajes del Papa acá en Ecuador”, estableció.
Entre la multitud, en el corazón del parque, destacó un grupo de banderas argentinas. Era un contingente de connacionales de Jorge Mario Bergoglio que viven en Ecuador y asistieron gracias a la embajada de su país.
“Algunos pocos vienen de Argentina, la mayoría es parte de la comunidad de argentinos en Quito, estamos con la embajada y con muchas ganas de ver a Francisco”, dijo a Notimex Diego Ruíz, quien vive en Quito desde hace dos años y estaba en la misa con su mujer y su hijo.
“Verlo a él significa muchas cosas, estamos felices de poder tenerlo cerca, creo que más allá de ser argentino es un Papa distinto y tenemos la suerte de verlo acá porque en Argentina lo veíamos poco cuando era Jorge Bergoglio, estamos felices de estar acá”, señaló.
Ruíz destacó que la visita del obispo de Roma llegó en un momento convulsionado para Ecuador, en el cual la política está influyendo negativamente sobre la tranquilidad social, y aseguró que todos esperan que él, “con su mensaje tan claro” lleve paz y armonía.
En otro punto de la plancha asfáltica, frente al escenario donde se erigió el altar de la misa papal, Mónica Favara se mostró emocionada no obstante llevaba, desde la madrugada, varias horas de vigilia acompañada por su hija.
Proveniente de Quito, llevaba una bandera de su país que no dejaba de agitar. “Para nosotros estar aquí significa una bendición de Dios, porque él trasciende fronteras. Aquí no existen nacionalidades, todos somos hermanos y el mensaje más profundo del Papa se va a centrar en la unidad de la familia”, señaló.
Recordó que el ecuatoriano es un pueblo de mayoría católica, muy creyente y muy devoto de la Virgen, y con mucho orgullo por recibir al Papa.
A unos pasos estaba Isabel Dávila, alcalde de la localidad de Guaranda -en la provincia de Bolivar- quien aseguró que asistió a la celebración eucarística para escuchar el mensaje de un “ministro del señor latinoamericano”.
Con ella estaba Hugo Silva, quien calificó la llegada del Papa como una “fecha de trascendental importancia” para el país porque hace 30 años que un pontífice no estaba aquí.
“Esto sirve para que el pueblo entero busque la unidad. Estos hechos se dan de acuerdo al momento histórico que nos ha podido vivir. Fue un momento histórico hace 30 años y ahora se vuelve a repetir otro hecho histórico para el mundo”, dijo.
“Que esto sirva de ejemplo para todos los habitantes de todos los continentes. Bienvenido el santo padre. Estamos muy agradecidos, contentos y ojalá aceptemos y pongamos en práctica todos los mensajes del Papa acá en Ecuador”, estableció.
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