México:- La integrante del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), Therese Ann Markow, se ubica dentro de los 10 investigadores de instituciones mexicanas que encabezan el ranking de científicos con mejor desempeño registrado en internet.
El organismo informa en un comunicado que la investigadora es la primera científica del centro en aparecer en ese listado, además es la mejor posicionada en el Webometrics, ranking que elabora el Laboratorio de Cibermetría del Consejo Superior de Investigación Científica de España.
Markow, de origen estadunidense, investigó durante dos décadas la evolución genética a distintos ambientes de un género de moscas conocida como Drosophilia, que pertenece al grupo de moscas de las frutas.
La científica divide su tiempo de investigación entre la Universidad de California, en San Diego, Estados Unidos, donde creó el primer banco de conservación de moscas, y el Laboratorio Nacional de Genómica para la Biodiversidad (Langebio), del Cinvestav.
Lo anterior se debe a que la mayoría de los insectos estudiados viven en plantas de cactus originarios de México. Además los resultados obtenidos de la investigación pueden servir de base para el análisis de otras especies, asegura el Cinvestav.
“No es tan obvio para qué hacen los cambios (genéticos) estas especies, pero lo interesante es que podemos entender por qué cada generación logra cambiar de genes en respuesta a estrés ambiental, y tal vez podamos hacer uso de esos mecanismos en otras líneas de investigación dirigidas a la explicación de adaptación por parte de otros organismos”, dijo la experta del Langebio.
“Algunos genes que hemos analizado en la evolución del insecto tienen que ver con su metabolismo", señaló la especialista, quien ejemplificó que para adaptarse a nuevas plantas, las moscas realizan cambios en los genes que decodifican la química de su nuevo hábitat, con el fin de sobrevivir en el nuevo ambiente y alimentarse sin problema.
Otras características que observaron los investigadores es el proceso de adaptación del sistema neuronal del insecto, al desarrollar un sentido del olfato que les permite identificar un cactus particular para alojarse.
Al hacer mención del ranking de Webometrics, la investigador que en 2012 recibió el premio George W. Beadle de la Sociedad Americana de Genética, subrayó que pertenecer al Langebio le permitió obtener este tipo de reconocimientos.
Parte de los resultados que obtuvo el grupo de Therese Ann Markow en el Langebio son de interés para otras líneas de investigación sobre salud humana, como los procesos metabólicos relacionados con la obesidad y la diabetes, destacó el Cinvestav.
El organismo informa en un comunicado que la investigadora es la primera científica del centro en aparecer en ese listado, además es la mejor posicionada en el Webometrics, ranking que elabora el Laboratorio de Cibermetría del Consejo Superior de Investigación Científica de España.
Markow, de origen estadunidense, investigó durante dos décadas la evolución genética a distintos ambientes de un género de moscas conocida como Drosophilia, que pertenece al grupo de moscas de las frutas.
La científica divide su tiempo de investigación entre la Universidad de California, en San Diego, Estados Unidos, donde creó el primer banco de conservación de moscas, y el Laboratorio Nacional de Genómica para la Biodiversidad (Langebio), del Cinvestav.
Lo anterior se debe a que la mayoría de los insectos estudiados viven en plantas de cactus originarios de México. Además los resultados obtenidos de la investigación pueden servir de base para el análisis de otras especies, asegura el Cinvestav.
“No es tan obvio para qué hacen los cambios (genéticos) estas especies, pero lo interesante es que podemos entender por qué cada generación logra cambiar de genes en respuesta a estrés ambiental, y tal vez podamos hacer uso de esos mecanismos en otras líneas de investigación dirigidas a la explicación de adaptación por parte de otros organismos”, dijo la experta del Langebio.
“Algunos genes que hemos analizado en la evolución del insecto tienen que ver con su metabolismo", señaló la especialista, quien ejemplificó que para adaptarse a nuevas plantas, las moscas realizan cambios en los genes que decodifican la química de su nuevo hábitat, con el fin de sobrevivir en el nuevo ambiente y alimentarse sin problema.
Otras características que observaron los investigadores es el proceso de adaptación del sistema neuronal del insecto, al desarrollar un sentido del olfato que les permite identificar un cactus particular para alojarse.
Al hacer mención del ranking de Webometrics, la investigador que en 2012 recibió el premio George W. Beadle de la Sociedad Americana de Genética, subrayó que pertenecer al Langebio le permitió obtener este tipo de reconocimientos.
Parte de los resultados que obtuvo el grupo de Therese Ann Markow en el Langebio son de interés para otras líneas de investigación sobre salud humana, como los procesos metabólicos relacionados con la obesidad y la diabetes, destacó el Cinvestav.
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